Este proyecto nació luego observar la problemática que ocurría en mi espacio de trabajo. Como suele pasarle a varios docentes de la ciudad de Paraná, Entre Ríos, tarde o temprano nos toca enfrentarnos a la realidad económica de la institución en la que trabajamos. Y es en ese momento en donde nuestras expectativas como educadores se vienen abajo. No porque la escuela no sea un ambiente dispuesto a prosperar ni escuchar posibles sugerencias, sino porque las preocupaciones diarias institucionales están intrínsicamente atravesadas por la materia económica.
"No hay presupuesto." "Tenemos que ver cómo llegamos a fin de mes." "La escuela está en números rojos." "Ingresaron a robar nuevamente y tenemos que ver de dónde sacamos dinero para poner rejas." "El dinero de cooperadora no alcanza." Todos los educadores hemos escuchado esto más de una vez.
Es un hecho que aquellas escuelas que no reciben aportes gubernamentales ni tienen cargos reconocidos, basan su completa subsistencia en el dinero que ingresa en concepto de cuota. De allí provienen los sueldos del personal, las refacciones que deben llevarse a cabo, el pago de los servicios, etc.
Es el caso de una de las instituciones en la que trabajo y en la que, hace dos años, surgió la iniciativa de crear una biblioteca para los niños más pequeños, alumnos de nivel inicial y primer ciclo. Sin embargo, debido a la falta de fondos, la biblioteca no dispone del material infantil suficiente y se ve en necesidad de ampliar su contenido literario.
Es por esto que surgió Proyecto Café Literario, un café por un libro. El objetivo es recaudar fondos mensualmente para la compra de libros que serán entregados a bibliotecas escolares de la ciudad de Paraná, Entre Rios, y alrededores.
Aceptaremos donaciones mediante Cafecito, la cual es una plataforma que fue creada por Damián Catanzaro. La página busca unir a creadores de contenido, ONGs o proyectos con gente que quiera aportar a lo que hacen.
Para donar, sólo tienen que ingresar al perfil: Blog Literario - The Bookish Friend seleccionar la cantidad de cafecitos (cada uno tiene un valor de $50) y realizar el pago mediante mercado pago, tarjeta de crédito, débito, o pago fácil.
Todos sabemos lo fácil que es compartir contenido en la era digital. Lo importante es asegurarnos que esté disponible para todas las personas por igual, sin importar las barreras lingüïsticas. Como traductora literaria me siento responsable de difundir la literatura desde cualquier ámbito en el que me encuentre. Creo que las letras son el pilar en los que se basa la educación, motivo por el cual quiero intentar, con mi granito de arena, llegar a todas las escuelas posibles.
Desde el blog The Bookish Friend creamos esta iniciativa para que todos los alumnos puedan acceder a contenido literario sin importar la situación económica en la que se encuentren.
Es por estos motivos que acudo a la comunidad de lectores, aquellos que estuvieron desde mis primeros encuentros con el universo literario, y los invito a que me ayuden a difundir este proyecto en las redes sociales.